Seguro que más de una vez algún amigo, familiar o incluso a través de las redes sociales, os habéis encontrado ante esta situación. Es muy probable que incluso la hayáis sufrido en vuestras propias carnes. Es por esto que vengo a contaros mi propia experiencia y, sobre todo, qué hacer ante una situación como esta.
Un verdadero problema
Cada vez es más común que nuestro móvil sea el centro digital de nuestra vida. Números de teléfono, fotografías, e-mails o cualquier otro tipo de contenido es almacenado de forma diaria y, aunque seamos precavidos y tengamos copias de seguridad, el que te roben tu smartphone es un verdadero incordio. Ya no sólo hablo del impacto económico que puede suponer para nuestro bolsillo la compra de un nuevo terminal. Hasta habrá alguno de vosotros (como era mi caso) que lo tengáis «financiado» en una compañía telefónica. Nuestro móvil se ha convertido en una extensión de nosotros mismos y el robo de este supone todo un asalto a nuestra intimidad.
Algunas historias
Lo cierto es que, aunque la mayoría de historias son un drama, hay muchos que han hecho de esta experiencia toda una revolución a nivel social. Por ejemplo, tenemos el caso de una chica a la que le robaron su smartphone en las playas de Ibiza. El caco se llevó el smartphone a Dubai y, gracias a que tenía aún activada la opción de sincronizar sus fotos con iCloud, pudo ver las instantáneas que este capturó durante su viaje. ¿Qué hizo entonces la perjudicada? Se dedico a imitar las caras y poses del nuevo dueño de su móvil y publicó fotografías en su tumblr personal.
La mayoría de los amigos de lo ajeno suelen ser expertos en hacerse con tu móvil y, sobre todo, expertos en que no seas capaz de volver a localizarlo. Pero hay otros que sólo buscan aprovechar la situación. Por ejemplo, se han dado algunos casos en los que el presunto ladrón ha escondido el terminal en sus partes íntimas pensando que esto le salvaría de ser descubierto. Craso error.
De manera reciente y como historia más conocida tenemos a la Youtuber Yellow Mellow, la cual vivió en sus carnes la experiencia del robo de su iPhone. Esta colgó su periplo en Youtube, periplo que no le acabó devolviendo su smarphone pero que os da una idea de lo que realmente debéis hacer si perdéis vuestro terminal.
Pero, cuidado, porque lo que probablemente Yellow no sabía era que se estaba exponiendo a un peligro muy alto. Un claro ejemplo de ello es la reciente aparición de la noticia de la muerte de un chico a mano de las personas que se hicieron con su teléfono. Jeremy Cook (Canadá), de 18 años, fue asesinado cuando quiso recuperar su smartphone y es que lo había rastreado con la aplicación que llevan preinstalados los terminales de la manzana. Desafortunadamente, el joven se dejó su smartphone en el asiento trasero de un taxi y la pista le llevó hasta un coche con tres personas las cuales acabaron con la vida del joven.
Sí, de acuerdo, esto sólo pasa al otro lado del charco, pero no deberíais sorprenderos si alguna vez nos encontramos en las portadas de los periódicos con una noticia como esta.
¿Cuál es mi historia?
Bueno esta es la historia de mi último iPhone. Era un iPhone 5s que había comprado (con mucho esfuerzo) y que una noche me sustrajeron en un bar. Lo cierto es que si, soy bastante descuidado y suelo llevar mi bandolera siempre abierta por lo que parece que con ello estoy invitando a la gente a darse un paseo por su interior. No niego mi parte de culpa en esta historia, pero aún confío en la buena fé de las personas.
No tardé mucho en darme cuenta de que mi móvil no estaba y es que soy de esos que lo miran cada cinco minutos. En ese momento me puse en marcha y con el móvil de un amigo, hicimos una llamada para ver si seguía aún en el local en el que nos encontrábamos. Al ver que no era así, comenzamos a rastrearlo. Pensamos que era demasiado temerario ir directamente a por los cacos por lo que optamos por pasar por la comisaría de Policía y comentar lo que estaba ocurriendo. Desde el primer momento fueron muy atentos y comprendieron mi caso pero, desafortunadamente, su actuación no fue tan acorde a sus palabras. Tomaron nota del número de teléfono de mi amigo y nos dijeron que nos fuésemos a la zona donde habíamos localizado el terminal y esperásemos allí a una patrulla.
En ese momento tenía la sensación de que lo acabaría recuperando pero fue una sensación efímera y es que para cuando la patrulla llegó a donde nosotros estábamos, el móvil ya no emitía señal de localización alguna. Ya no se si se debió al hecho de que contase con poca batería o si, tal y como pienso, el nuevo dueño de mi smartphone terminó por apagarlo.
Sólo espero que algún día le cojan por el robo de otro smartphone y se enfrente a entre 1 y 3 años de prisión.
Algunos consejos
Después de esta experiencia he aprendido ciertas cosas sobre qué hacer con mi smartphone en el caso de que, pongamos por ejemplo, lo pierda (confío en que no vuelvan a robármelo).
– No guardo información referente a cuentas bancarias o documentos del trabajo. En muchos sitios proponen no tener configuradas las cuentas de tus redes sociales pero, entonces ¿ para qué quiero mi smartphone?
– Siempre he tenido activado el número PIN de mi móvil pero a esto he añadido un bloqueo con por contraseña. Una de las ventajas de mi actual smartphone es que cuenta con lector de huellas (Huawei Ascend Mate 7) por lo que es un plus de seguridad.
– Por supuesto, copias de seguridad y tener apuntado tu código IMEI son otras dos acciones que también tengo interiorizadas y que ya he hecho con mi actual terminal.
– Como casi lo conseguí, he decidido volver a insistir con la instalación de un software de localización. Al contar con Android estuve investigando y mi apuesta fue por Android Lost, una aplicación muy completa de la que, si queréis, podemos hacer un análisis más completo. Hay otras opciones como Cerberus o LookOut pero me habían hablado muy bien de Lost (todo sea dicho, el nombre de la aplicación también ayudó a que me decantase por ella) así que decidí instalarla. Si usas iOS dispones de Buscar mi iPhone y en caso de Blackberry o Windows Phone cuentas con Protect y «Encuentra mi teléfono» como opciones para rastrear tu smartphone.
¿Qué debes hacer si pierdes tu smartphone?
Aunque no me funcionase, creo que la metodología que lleve a cabo para localizar mi terminal fue correcta pero os las resumo:
– Llama a tu teléfono, merece la pena intentarlo.
– Localiza y rastrea la señal GPS del terminal.
– Desplázate a la comisaría de Policia más cercana y confía en que harán todo lo posible por ayudarte. Aunque para nosotros sea un drama que nos roben nuestro smartphone, debéis tener en cuenta que tienen otras actuaciones que atender. Para que os hagáis una idea del nivel de implicación de los agentes de la autoridad en este tipo de hurtos, la comisaría de Gijón tiene una tasa del 20% de móviles recuperados y resuelve un 45% de los casos. Si, de acuerdo, sigue siendo una cifra baja, pero su objetivo es recuperar el 100% de los terminales sustraídos.
– Llama a tu operadora y da de baja tu línea. Recuerda que deberás tener a mano tu número de IMEI, PIN y PUK.
Desafortunadamente y sobre todo alimentados por la actual situación económica, el hurto de móviles es una tarea más común de lo que muchos esperaríamos. ¿Has pasado por una situación similar? ¿Qué fue lo que hiciste? ¿Conseguiste recuperar tu smartphone? Cuéntanos tu historia.